Nutrición
La nutrición consiste en la reincorporación y transformación de materia y energía de los organismos (tanto heterótrofos como autótrofos)
para que puedan llevar a cabo tres procesos fundamentales: mantenimiento de las condiciones internas, desarrollo y movimiento, manteniendo
el equilibrio homeostático del organismo a nivel molecular y microscópico.
La nutrición es el proceso biológico en el que los organismos asimilan los alimentos sólidos y líquidos necesarios para el funcionamiento,
el crecimiento y el mantenimiento de sus funciones vitales. La nutrición también es el estudio de la relación que existe entre los
alimentos, la salud y especialmente en la determinación de una dieta equilibrada con bases a la pirámide alimenticia.
Los procesos microscópicos están relacionados con la absorción, digestión, metabolismo y excreción. Los procesos moleculares o microscópicos
están relacionados con el equilibrio de elementos como enzimas, vitaminas, minerales, aminoácidos, glucosa, transportadores químicos,
mediadores bioquímicos, hormonas, etc.
Como ciencia, la nutrición estudia todos los procesos bioquímicos y fisiológicos1 que suceden en el organismo.
La buena nutrición consiste en comer una variedad de alimentos, limitar el consumo de ciertos alimentos, bebidas y controlar la cantidad de
alimentos y calorías que se ingieren. Una alimentación equilibrada ayuda a reducir el riesgo cardiovascular porque reduce tanto el colesterol
y la presión arterial como el peso.
Tipos de nutrición en los seres vivos
La nutrición autótrofa es la que llevan a cabo los organismos que producen su propio alimento. Los seres autótrofos son organismos
capaces de sintetizar sustancias esenciales para su metabolismo a partir de sustancias inorgánicas. El término autótrofo procede
de auto- propio por uno mismo y trofo que se alimenta’;6 por lo que significa ‘que se alimenta por sí mismo’
Los organismos autótrofos producen su masa celular y materia orgánica a partir del dióxido de carbono como única fuente de carbono,
usando la luz o sustancias químicas como fuente de energía. Las plantas y otros organismos que usan la fotosíntesis son
fotolitoautótrofos; las bacterias que utilizan la oxidación de compuestos inorgánicos como el anhídrido sulfuroso o compuestos ferrosos
como producción de energía se llaman quimiolitotróficos.
La nutrición heterótrofa es la que llevan a cabo aquellos organismos que necesitan de otros para vivir. El término heterótrofo
proviene7 de hetero- ‘otro’, ‘desigual’, ‘diferente’,8 y ‒́trofo ‘que se alimenta’;6 por lo que significa ‘que se alimenta de otros’.
Por tanto, los organismos heterótrofos (en contraste con los autótrofos) son aquellos que deben alimentarse con las sustancias
orgánicas sintetizadas por otros organismos, bien autótrofos o heterótrofos a su vez. Entre los organismos heterótrofos se encuentran
los animales, los hongos, y la mayoría de bacterias y protozoos. Los seres heterótrofos dependen de los autótrofos, ya que
aprovechan su energía y la de la materia que contienen para fabricar moléculas orgánicas complejas. Los heterótrofos obtienen la
energía rompiendo las moléculas de los seres autótrofos que han comido. Incluso los animales carnívoros dependen de los seres
autótrofos porque la energía y su composición orgánica obtenida de sus presas procede en última instancia de los seres autótrofos
que comieron sus presas.
piramide de alimentos
La base de la pirámide, el área de mayor tamaño, representa los cereales o granos, sobre todo los granos integrales, que constituyen la
base de nuestra dieta. En medio de la pirámide se encuentran vegetales y frutas,23 que ayudan a tener energía más natural y sin efectos
secundarios. Para asegurarse de obtener más de la mitad de nuestras calorías de carbohidratos complejos es preciso consumir las
porciones sugeridas en este grupo. Los grupos disminuyen de tamaño a medida que se avanza hacia el vértice de la pirámide, ya que la
cantidad de alimentos representados en esos grupos es menor que la que se necesita para una buena salud. La punta o vértice de la
pirámide representa el grupo más pequeño de alimentos, como grasas, aceites y azúcares, de los que hay que comer en menor cantidad.