La flor de cerezo es una flor efímera de los cerezos que florece al comienzo de la primavera y puede ser de distintos colores y tonalidades, especialmente de color rosa pálido.

Esta flor tiene un carácter simbólico, especialmente en la cultura japonesa. De un modo genérico se asocia con la fragilidad y la transitoriedad de la vida.

La flor de cerezo se utiliza con fines decorativos y ornamentales (por ejemplo en tatuajes, asociados a su simbolismo), pero también para el tratamiento de algunas enfermedades, especialmente como infusión debido a sus propiedades diuréticas.

En Japón se utiliza el término sakura (桜 o さくら) que sirve para referirse a la flor de cerezo. Con el término sakura también se nombra al árbol del cerezo. Su simbolismo está influido de alguna forma por el budismo.

Para los antiguos samuráis, la flor de cerezo simbolizaba la sangre, pero también la fragilidad y lo efímero de la vida, asociada al sacrificio y la vida de los samuráis. Además, puede llegar a tener un significado nacionalista o militar, relacionado con los kamikazes de la II Guerra Mundial.

A la flor de cerezo está dedicado el hanami (una celebración ue se celebra a finales de marzo o principios de abril). En esa fecha se realizan excursiones a lugares donde florecen los cerezos a modo de reunión con la familia o los amigos, pero también como una forma de admirar la naturaleza e incluso para reflexionar sobre el carácter efímero de la vida.

En Japón, la flor de cerezo también puede simbolizar la inocencia, la sencillez , la belleza de la naturaleza y el renacimiento que trae la primavera.

MARVYN MENDOZA Y LUIS ANGEL